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Tiempo de lectura: 6 minutos / Lars Buchwald / 08.08.2025

El arte de abrir

Contenido del artículo

¿Por qué abrimos cerraduras en primer lugar?

Los orígenes: Yale, Bramah y el hombre que venció lo invencible

Las ganzúas se industrializan – Bienvenido a la posguerra

Snap guns, patentes y un físico cuántico con demasiado tiempo libre

Lockpicking 2.0 – más inteligente, más rápido, más conectado

Cuando el deporte se encuentra con los cilindros de seguridad – el Dutch Open

¿Y mañana? Cerraduras que hablan – ¿y quizás también piensan?

En los últimos cien años, el arte de abrir ha pasado de doblar un simple alambre a utilizar ganzúas de alta tecnología — un reflejo bastante claro de nuestro avance técnico y del creciente deseo de más seguridad (o al menos de caminos ingeniosos para sortearla). Lo que hoy conocemos como técnicas modernas de apertura no habría sido posible sin incontables intentos, experimentos fallidos y la persistente tenacidad —casi estoica— de quienes nos precedieron.

¿Por qué hacemos lo que hacemos?

A veces, la respuesta es simple: surge un problema — y alguien tiene que resolverlo. Eso debió pensar también Alfred Hobbs, el hombre que desató una pequeña revolución durante la Exposición Universal de Londres en 1851. Hoy, muchos años después, sentimos la responsabilidad de mantener vivo el espíritu de Hobbs y enfrentarnos a los desafíos modernos de nuestro siglo. No menos apasionantes que los de entonces, aunque con posibilidades completamente diferentes. Así que comencemos mirando hacia el pasado — y, por supuesto, también hacia el futuro.

El comienzo y la industrialización (hasta aprox. 1950)

Linus Yale Jr.– El hombre que nos dio el cilindro
Nacido en 1821 en el estado de Nueva York, Yale Jr. fue algo así como el Steve Jobs de los pioneros de las cerraduras – solo que con metal y algo menos de marketing. Su padre, Linus Yale Sr., ya era un cerrajero apasionado. Pero Yale Jr. pensó: “Esto puede ser aún más seguro”. Y así, en 1861, inventó una cerradura que nos acompaña hasta hoy: la cerradura de tambor de pines.

El invento que está (casi) en cada puerta

¿Qué tenía de especial? Pequeños pernos que solo se alinean correctamente dentro del cilindro cuando se introduce una llave con las muescas exactas. De repente, la llave era plana y práctica. Un diseño que apenas ha cambiado hasta hoy. Y si hoy tienes una cerradura de cilindro en la mano – ya sea de Yale o de otro fabricante – sigue basándose en el mismo principio que Yale Jr. tuvo en mente y plasmó hace más de 150 años. Algunas cosas, simplemente, no se pueden mejorar mucho más.

Muchos años antes que Yale, otro hombre diseñó una cerradura que se convertiría en leyenda: Joseph Bramah, la "cerradura Bramah – una cerradura para la eternidad". Nacido el 13 de abril de 1748 en Yorkshire, Inglaterra, Bramah fue inventor, ingeniero y mecánico. Trabajó durante unos seis años en el desarrollo de su famosa cerradura de alta seguridad antes de patentarla en 1784. Una cerradura de seguridad con llave cilíndrica y pasadores giratorios en su interior – más de 18 piezas móviles en un espacio muy reducido. Para la época (y también para hoy) era una obra maestra de la ingeniería.

Estaba tan convencido de su diseño que colgó un cartel en su tienda de Londres:

“Quien logre abrir esta cerradura recibirá 200 guineas.”

Eso equivalía en aquel entonces a varios años de salario de un trabajador medio – toda una declaración de confianza. ¿Y qué ocurrió? Durante casi 70 años, nadie lo consiguió. Hasta que, en 1851, durante la legendaria Exposición Universal en el Crystal Palace de Londres, el cerrajero y experto en seguridad estadounidense Alfred Charles Hobbs logró abrir la cerradura Bramah, considerada “inviolable” hasta ese momento – una cerradura que había resistido todos los intentos durante 67 años. Hobbs trabajó un total de 51 horas distribuidas en 16 días, bajo condiciones estrictamente controladas y utilizando únicamente métodos mecánicos.

A pesar de su éxito, Hobbs expresó después un profundo respeto por la obra de Joseph Bramah. En sus propias palabras, calificó la cerradura como “una proeza técnica extraordinaria”, muy adelantada a su tiempo. Pero su demostración tuvo consecuencias de gran alcance:

“La idea de una seguridad absoluta es una ilusión.” – A.C. Hobbs, Locks and Safes (1853)

Con esta frase, Hobbs no solo dio inicio a una nueva era, sino que cambió radicalmente la forma en que se pensaba sobre la seguridad. Los fabricantes de todo el mundo comenzaron a definir no solo el nivel de protección, sino también la resistencia al ataque – es decir, ¿cuánto tiempo puede resistir una cerradura frente a una intrusión? Así, la apertura de la cerradura Bramah por parte de Hobbs marcó el inicio de la tecnología de seguridad moderna – dejando atrás el mito de lo inviolable y avanzando hacia una evaluación realista del riesgo. Una forma de pensar que aún hoy constituye la base del desarrollo profesional de cerraduras.

Cuando la mecánica se encuentra con la electrónica (1950–1990)

Desde los años 50: las ganzúas se convierten en productos industriales

En la posguerra, más precisamente a partir de los años 50, el lockpicking dejó de ser un ámbito exclusivo de manitas individuales para convertirse en un oficio serio con aspiraciones profesionales. Los sets de ganzúas, que hasta entonces solían improvisarse con acero de relojería, sierras de marquetería o cuerdas de guitarra, comenzaron a fabricarse industrialmente – por primera vez estandarizados, duraderos y listos para usar “directamente de la caja”. El acero templado se convirtió en el nuevo estándar de oro: robusto, elástico y perfectamente adecuado para ejercer presión repetida en canales estrechos. Este avance técnico también se reflejó en las profesiones: cerrajeros, cuerpos oficiales y equipos de intervención comenzaron a incluir herramientas de apertura en su equipamiento habitual – incluyendo formación y manuales. El lockpicking se volvió más serio – y, sobre todo, más mecánico.

El shock de la patente de la snap gun – cuando unos segundos bastaban

Ya en las décadas de 1930 y 1940 aparecieron las primeras patentes para las llamadas "snap guns" – también conocidas como pistolas de ganzúas. Su principio: un impulso rápido (mecánico o, hoy en día, eléctrico) hace que un percutor golpee la ganzúa, haciendo que los pines dentro de la cerradura “salten” hacia arriba. Con algo de suerte (y habilidad), el cilindro gira de inmediato – ¡clic, puerta abierta! Lo que antes llevaba minutos –o incluso mucho más tiempo– ahora podía hacerse en segundos. Para la policía, los bomberos y los servicios de seguridad, fue un verdadero cambio de juego. Las primeras patentes estadounidenses para esta técnica proceden, entre otros, de Herman G. Frank (patente nº 2,020,925, 1935), y más tarde se perfeccionaron para el uso táctico.

El Nobel Richard Feynman – cuando al cerebro del Proyecto Manhattan le sobraba tiempo

Y luego estaba Richard Feynman. Físico, gurú de la mecánica cuántica, premio Nobel y una de las mentes detrás del Proyecto Manhattan. En su tiempo libre –mientras otros jugaban a las cartas o al ajedrez–, Feynman abría cerraduras. Como dijo más tarde: “por pura curiosidad infantil”. Descifraba cerraduras de combinación mediante deducción lógica, ponía a prueba la seguridad de las cajas fuertes de oficina – y explicaba, con su característico humor, cómo funciona el pensamiento mecánico. Se cuenta que Feynman dejó una nota dentro de la caja fuerte cerrada de su colega, el General Groves – director militar del proyecto. La nota decía, más o menos:

“Esta cerradura no es tan segura como usted cree.”

La nota causó gran revuelo entre el personal de seguridad – y una sonrisa de oreja a oreja en Feynman. “Nunca robé nada. Solo quería entender cómo funcionaba.” – Richard Feynman, ¡Está usted bromeando, Sr. Feynman!

Si se quiere, Feynman fue el primer hacker DIY.

Alta tecnología, práctica y duelos intensos:
El lockpicking en el nuevo milenio (2000 – hoy)

A partir de los años 2000, el lockpicking adoptó una cara totalmente nueva – en un doble sentido: técnicamente sofisticado y socialmente conectado. Lo que antes era un rincón de taller o parte del maletín del cerrajero, se convirtió en escenario, campo de competición y laboratorio, todo en uno.

Lockpicking 2.0 – herramientas modernas, acceso más inteligente

Herramientas decodificadoras de alta tecnología, asistentes de apertura controlados por ordenador para cajas fuertes, ganzúas eléctricas, ganzúas impresas en 3D – de pronto, el lockpicking ya no era solo trabajo manual, sino también una tarea para programas CAD.

Del hobby a la arena:

El locksport se convierte en competición Y entonces llegó la comunidad – con foros, talleres, convenciones y torneos. El encuentro más famoso (y temido): el legendario Dutch Open, organizado por TOOOL (The Open Organisation Of Lockpickers). Un lugar que pone regularmente en aprietos a los fabricantes de cilindros de seguridad – porque allí compiten los mejores del mundo del lockpicking.

Un momento legendario para todos los aficionados al lockpicking

En uno de los torneos del Dutch Open, el participante alemán “Arthurmeister” abrió un cilindro de alta seguridad de seis pines en solo 20 segundos – en directo y bajo condiciones de competición. Un vídeo de esa sesión circuló durante un tiempo en la comunidad, y fue apodado en broma como el “momento jefe final”.

¿Y ahora qué?

La pregunta ya no es si el lockpicking seguirá evolucionando – sino hasta qué punto puede volverse más extraño.

¿Cómo serán las cerraduras del futuro? ¿IA, NFC o huella digital? Las cerraduras se vuelven más inteligentes. Y con ello… también más raras. Ya existen sistemas que se abren mediante huella digital, chip NFC o app. Algunos incluso permiten desbloqueo con reconocimiento facial o comandos de voz tipo “ábrete sésamo” – siempre que Alexa no esté actualizándose otra vez. Pero al final, sigue habiendo un cilindro en la puerta. ¿Entonces todo sigue igual? Desde luego que no – aunque hoy no sepamos con certeza qué pasará en cincuenta o cien años. Quizás la cerradura del futuro ni siquiera sea una cerradura, sino un nodo de acceso conectado por blockchain con respaldo biométrico. O una cerradura cuántica, que está abierta y cerrada al mismo tiempo – dependiendo de si la estás observando. Ya veremos… y estoy seguro de que también para eso encontraremos una solución en Multipick.

Lo que antes se consideraba un tema marginal y sospechoso, hoy es un deporte de precisión, un campo de pruebas de alta tecnología y también una plataforma social. Ya sea en el Dutch Open, LockCon o en los hackspaces locales – el lockpicking hace tiempo que dejó de ser solo abrir cerraduras. Es un medio para lograr un fin – y un deporte fantástico. Yo, por mi parte, espero con entusiasmo los próximos años y los nuevos retos que traerán.

O como habría dicho Feynman:
“No quiero entrar a la fuerza. Solo quiero entender cómo funciona.”

FAQ – todo lo que necesita saber.

¿De qué me sirve saber sobre la historia del lockpicking?

Una comprensión más profunda de los orígenes te ayuda a contextualizar mejor las técnicas modernas, ya seas profesional, aficionado o responsable de seguridad. La historia de la tecnología no es un fin en sí mismo, sino el fundamento de la innovación.

¿Cómo influye el desarrollo histórico de las cerraduras en los estándares de seguridad actuales?

Las ideas de inventores tempranos como Bramah o Yale siguen influyendo en cómo pensamos la seguridad, por ejemplo mediante el concepto de “duración de resistencia” en lugar de “inviolabilidad”. Eso también cambia la manera en que se desarrollan y se prueban los productos.

¿Qué significa realmente la seguridad en el siglo XXI?

La seguridad no es un estado, sino un concepto en evolución. Mientras antes el objetivo era la inviolabilidad, hoy se trata de evaluaciones realistas, sistemas inteligentes y un manejo responsable de las vulnerabilidades. El lockpicking ayuda a detectar precisamente esas brechas, antes de que lo hagan otros.

¿Qué tiene que ver el lockpicking con la ciencia o la comprensión técnica?

¡Muchísimo! El lockpicking entrena el pensamiento lógico, el tacto y el manejo de mecánicas complejas. Richard Feynman incluso lo utilizaba como ejercicio mental. Para quienes se interesan por la tecnología, es una forma tangible de física aplicada.

¿Cómo han cambiado las herramientas a lo largo del tiempo?

Del alambre doblado al set de ganzúas industrial, de la pistola de ganzúas al decodificador controlado por computadora: las herramientas se han vuelto más precisas, duraderas y especializadas. Hoy existen herramientas para cada caso de uso.

¿Por qué el lockpicking también se practica hoy como deporte?

Porque no se trata (solo) de abrir cerraduras, sino de destreza, estrategia y comunidad. Competiciones de locksport como el Dutch Open muestran el alto nivel de habilidad que hay detrás, y lo fascinante que resulta el tema para muchas personas.

¿Qué tan responsable es el uso de técnicas de apertura?

Muy responsable, al menos cuando se hace correctamente. Las técnicas de apertura no son un juguete. Por eso, en Multipick apostamos por una formación específica, grupos objetivos claramente definidos y herramientas de alta calidad desarrolladas para fines profesionales.

¿Qué puedo aprender como usuario de esta evolución?

Por ejemplo: no existe la seguridad absoluta, pero las soluciones bien diseñadas y de alta calidad marcan la diferencia. Y quien conoce las debilidades, puede proteger mejor, ya sea en la empresa o en casa.

¿Qué papel juega el lockpicking en la formación y la investigación?

En muchas profesiones técnicas (tecnología de seguridad, forense, bomberos, etc.) el lockpicking forma parte de la formación, no para manipular, sino para comprender. Y en makerspaces o hacklabs se convierte en un campo de aprendizaje para la creatividad.

¿Qué tiene que ver Multipick con esta historia?

Nos consideramos parte de esta evolución. Nuestras herramientas, formaciones e innovaciones se basan en más de 200 años de conocimiento, llevándolo al presente y al futuro, con respeto por la historia técnica y una mirada hacia adelante.

Sobre la persona

Lars Buchwald forma parte del equipo de Multipick desde 2006, donde se dedica al marketing y los gráficos con pasión y pericia. Como diseñador gráfico y redactor publicitario de formación, aporta una gran experiencia y creatividad a su trabajo, lo que le permite transmitir los mensajes de las ingeniosas herramientas de forma atractiva y convincente. Con un agudo sentido de las necesidades del grupo destinatario, dirige los destinos de marketing de Multipick. Su trabajo se caracteriza por un alto grado de sensibilidad y el toque justo en el momento adecuado. 

Nacido en Bonn, Lars no sólo está estrechamente vinculado a la región, sino que también ha integrado firmemente su pasión por las herramientas de marketing en su trabajo profesional. Su apego a la ciudad se refleja en su trabajo y confiere a sus campañas de marketing un auténtico sabor bonnés.

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Made in Germany, Made in Bonn - una promesa.

Desde Bonn a todo el mundo. Ese era y es nuestro objetivo. Multipick se fundó en 1997 y desde entonces tiene su sede y sus instalaciones de producción en Bonn, a orillas del rio Rin.

¿Por qué deberíamos irnos de aquí? Cualquiera que haya estado aquí confirmará que es muy bonito y que la gente es «típicamente renana», cosmopolita y amable. Desde muy temprano, comenzamos a familiarizarnos con las distintas herramientas de apertura. Probamos rompe cilindros, extractores de bombines y adquirimos mucha experiencia con una gran variedad de herramientas. No importase si fuese un juego de ganzúas o herramientas especiales para bomberos y/o cerrajeros, la finalidad era abrir una puerta o una ventana. Fieles al lema, usted tiene el problema y nosotros la solución.

Desde nuestro almacén se envían a todo el mundo numerosas herramientas, ya sean para aficionados o para profesionales:

maletines de herramientas de apertura para conserjes/cerrajeros, juegos de ganzúas, materiales didácticos para los aficionados al ganzuado deportivo, ganchos Hobbs para abrir las cajas fuertes, etc. Hay muchas aplicaciones diferentes para nuestras herramientas especiales. Láminas deslizantes TFG y agujas metálicas para accionar el resbalón de una puerta cerrada de golpe o el extractor de bombines QA Pro 2 con nuestros tornillos de tracción V-Pro son herramientas indispensables para una apertura exitosa. Además, las fresas y brocas especiales en caso de que realmente no haya otra solución que utilizar una técnica destructiva. Un sinnúmero de útiles prácticos para facilitar el trabajo de apertura como: tarjetas/micas de apertura, cuñas, espátulas para el resbalón o el cuadradillo, anzuelos para manillas de puertas y abridores espirales, entre otros. Aunque las cosas se compliquen para la apertura, con nosotros está en buenas manos. Las ganzúas eléctricas Kronos y Artemis son nuestros productos estrella. Para quien tenga que abrir cerraduras multipunto de seguridad y/o cerraduras de disco, estará encantado con el sistema ARES. Para la apertura de ventanas, le ofrecemos los mejores productos de Kipp-Blitz, muy populares entre los servicios de emergencia como los bomberos, la THW (Agencia Federal Alemana de Ayuda Técnica) y la policía. Muchas de nuestras herramientas son fabricadas directamente por nosotros. Esto nos da libertad para producir con rapidez y de forma orientada al cliente. No hay largas cadenas de suministro ni dependencias de proveedores. Esto tiene muchas ventajas para usted y, por supuesto, para nuestro medio ambiente. Una ventaja es que usted obtiene todo de una sola fuente y, por tanto, podemos ofrecerle una calidad constante. Esta es también nuestra promesa para usted, todo de una sola fuente/procedencia, Made in Germany, Made in Bonn - prometido.